jueves, 20 de enero de 2011

TE DILUYES

Vittorio Polidori


Te diluyes
tu brazo se transforma en pezuña
que excava la tierra,
el árbol contempla tu penumbra.



Josezp Karpati



Te diluyes,
ya solo te diluyes,
penetras en el humus,
te entierro.


Felicia Olin


Imposible dibujar
tu cuerpo,
moldear tu silueta
tu pelo errante
tu dedo invisible,
tu voz de tierra,
ya eres tierra
y te diluyes.


Istvan Nyari

Inexistes, te diluyes,
ya no eres,
deshaces tu forma,
te inexactas,
se deshace tu límite
entre el tallo y el aire,
se desmiembra,
desmorónase,
cáese,
abájase,
se deshace.
Mientras te estiras,
fuístete.


David Linn


Sí fuiste,
en la aguja
exacta de los números,
en la magia bruta
del momento,
en la máscara del aire.


Istvan Nyari

Pero
fuístete,
diluístete,
deshicístete,
nadeástete
en el espacio primordial,
evaporástete.


David Linn


Ya no eres,
eres viento
deshabitado,
polvo,
arenilla ofuscada
que ofende la vista.


David Linn


Destruístete,
te vacías,
te herrumbas,
te extrañas
de tu figura antropomorfa,
te exilias de tu boca
de mármol,
de la carne,
del contorno.



Salustiano García Cruz

Te diluyes,
te vas,
te evaporas,
feneces,
dulce cáscara
vuelves al fango,
te desmodelas
te revientas
te goteas
te humeas
te evaporas
te vas
te diluyes.



David Linn

Había de llegar
eco lejano
y ahora
sin funeral
sin duelo
sin celebro,
no ansío muerte,
no estremezco
no tremolo.


Vittorio Polidori


Te diluyes,
ya solo te diluyes.



...

26 comentarios:

Natàlia Tàrraco dijo...

ELENA mía, en las estrofas, desde la pezuña que escarba, al mármol, se diluye un líquido infinitamente mórbido, mercurio gota a gota por la palabra una a una, que se extingue quieta, sin sonido, resbalando en la aguja de un reloj parado hatsa la arena, donde se diluye sin muerte asumida.
Yo no puedo estar ajena a esta imagen de palabra o a estas imágenes tendidas o desmayadas o disipadas, me entran y me hieren y me funden y derritan, con un dulcísimo poder exquisito, muy melancolico, tus letras.

Miraste al otro lado, donde la rosa del desierto, donde la reina antigua, viste, entraste, captaste, me emocionaste porque nos comprendemos hasta los sueños.

¿Cuantos besitos? No tengo suficientes pero te los envío.

Francesc Cornadó dijo...

Una vuelta de tuerca al lenguaje, muy buena experimentación.

Salud

Francesc Cornadó

Isabel Barceló Chico dijo...

Me impresiona esta crónica del tránsito hacia el no ser. Dibujada de muerte, pero quizá no de muerte física, sino de ese deshacerse en el alma que antes amaba y, dejando de amar, dibuja la muerte simbólica de quien ha sido todo y ya no es. No hay muerte de un amor tan intensa como ésta. Ni siquiera la muerte real puede ser más cruel ni más completa.
Un abrazo, admiradísima amiga, te creces cada vez más...

Laura Lamata dijo...

¡Qué maravillosa es la sinonimia! ¡Qué dominio de la lengua castellana! La deformación profesional me hace centrarme en la multitud de términos que usas para indicar la pérdida. Como siempre, un gusto leerte. Besos, Laura

ANTONIO MARTÍN ORTIZ. dijo...

Amiga Elena Pascual,

Bienvenido sea este nuevo poema tuyo, tan esperado por todos nosotros. En su momento recibirás el correspondiente análisis, que no puede ser sino bien meditado. De momento, tu poema me remite a los primeros versos de Las Metamorfosis de Ovidio:

Es mi deseo exponer las transformaciones de los cuerpos en formas nuevas. Oh dioses, puesto que también vosotros habéis sido autores de tales transformaciones, ayudadme en mi empresa y haced que mi poema discurra sin interrupción desde el principio del mundo hasta la actualidad.

In noua fert animus mutatas dicere formas
corpora. Di, coeptis – nam uos mutastis et illas –
adspirate meis primaque ab origine mundi
ad mea perpetuum deducite tempora carmen.
.

Amiga Elena, en espera del comentario definitivo, te envío un efusivo abrazo,

Antonio

PACO HIDALGO dijo...

Excelente alegato a la desaparicón del ser, al no ser, del fin de la existencia, probablemente no física, pero sí espiritual, anímica, producto sólo del fin de un amor intenso. Me encanta las expresiones inexistes y fuístete. Poema redondo, sin duda. Un placer leer este maravilloso juego de palabras e imágnes. Un cordial saludo.

Odel dijo...

Ha sido un placer ller este lindo poema que te llega hasta lo mas hondo

Juan A. dijo...

Transfiguración herida de sensuales asechanzas. Te diluyes, te deshaces, te derramas y permaneces siempre en cada una de esas metamorfosis expectantes.

Besos, querida Elena.

Marina dijo...

Te me diluyes en la ausencia
lejos de mis ojos
aún más lejos de mi corazón
te deshaces en mi recuerdo
ya no estás dentro
no estás en mi secreto
te fundes con la nada
ni siquiera cerrando
los marchitos párpados
recuerdo
......

Tu poema me provoca sentimientos de ausencia, de alguien que decidió desaparecer de mi vida y a quien, poco a poco me obligo a olvidar.

Un beso cielo.

ANTONIO MARTÍN ORTIZ. dijo...

Amiga del alma, Elena,

Como le dijo Virgilio a Mecenas, cuando le encargó las Geórgicas (III, 41)

Tua, Maecenas, haud mollia iussa.
Órdenes tuyas, Mecenas, no fáciles.

No es una tarea fácil comentar un poema de tamaña perfección, y de un equilibrio que podría yo calificar perfectamente de Clásico, en sentido profundo: lo equivalente en Música a Mozart, en Arquitectura al Partenón, a El Escorial. En este poema, Querida Elena, nos das lo mejor de ti misma.

Una cosa que me ha impresionado intensamente es la expresividad de las imágenes, sobre todo las pinturas de Vittorio Polidori, correspondiendo la primera a una mujer que esconde, oculta la cara, quizá por vergüenza, o, tal vez, porque se aburre de lo que vería, y la otra, la última, con la cara tapada, seguramente para que no la vean a ella, para esconder sus sentimientos, o sus pensamientos. Preciosas todas, en conjunto, las imágenes femeninas, que siempre son más sugerentes que las masculinas.

Voy ahora a por el texto del poema:

tu brazo se transforma en pezuña.

Es la Metamorfosis continua conservando la esencia de lo que era, lo mismo que hace Ovidio siempre. Veamos cómo se refiere Ovidio a la Metamorfosis de Licaón en lobo.

In uillos abeunt uvestes, in crura lacerti.
Su ropas se transforman en pelo, en patas sus brazos.
(Metamorfosis, I, 236).

Te estás sumergiendo en la Tierra madre, estás dejando de ser tú misma, o quizá es que prefieres ser los que eras en los orígenes.

Se confunde aquí lo que era antes real y lo que pretende ser ahora. Pero ¿cuál es la Realidad auténtica, la de antes o la que se está consiguiendo ahora?

Hay aquí un resonancia más que contundente del Πάντα ῥεῖ [Todo cambia, todo fluye] de Heráclito, el Eterno Devenir del que tantos han hablado, la teroría de la Metempsicosis o Reencarnación de Pitágoras, tan bien expuesta en el discurso de Pitágoras en el libro XV de Las Metamorfosis, el sentido cambiante de la Realidad que nos envuelve, la vida y vitalidad de lo que muere, aunque no muera en realidad, sino que cambia.

Y luego la melancolía, como contraposición, en la segunda parte del poema, con esa tendencia en la insistencia de la desaparición, de la conversión casi en la nada, como los libros de Lucrecio (De rerum natura), que se alternan en ambos sentidos.

Resumiendo, que todo el poema me parece una especie de Metamorfosis de lo más delicado, fórmula que el mismo Ovidio alabaría. Es sólidamente clásica esa forma tan sutil del cambio que se va haciendo, esa alternancia de los elementos opuestos, esa finura en la evolución del pensamiento, con la mujer, que se fue tal vez, o nos abandonó –o que fue abandonada y por eso se fue-, que es como la sombra o la iluminación que lo impregna todo.

Podría ahora entrar en la parte formal, en la abundancia de esos verbos, abundancia que no, por insistente, resulta pesada, sino todo lo contrario. Mucho de nuevo hay en este poema y lo nuevo es aquí atrevido, pero conseguido: esa insistencia en el uso de la segunda persona del singular, en pasado y en presente, con el pronombre pegado muchas veces, el poema entero se le pega a uno como el deseo de quien ya no está, o la resignación porque ya no está.

Precioso y valiente poema, Querida Elena, Φίλη Ἑλένη, Amiga Elena. No se podía esperar menos de ti, de verdad.

Mi enhorabuena y un gran abrazo, acompañado de un beso de los que no se diluyen, sino que permanecen, como el Ser [Ὅν] de Parménides, que es eterno, inamovible, perfecto.

He pasado un buen rato, Querida Elena, leyéndote y comentándote.

Otro abrazo,

Antonio

Preciosos y sublimes, y emotivo uno de ellos, los dos comentarios que has dejado en mi espacio.

Pedro Ojeda Escudero dijo...

A veces la disolución es la única salida.
Besos, siempre es un placer leerte.

helena dijo...

Un triste entierro sin funeral y sin duelo, sin vestirse de negro para ocultar la muerte de lo que un día tuvo una forma concreta, y en delicada rompiente de palabras se evapora como la misma vida.
Un beso, querida y admirada elena.

Maritza dijo...

Elena: Hace tiempo no te visitaba, y la verdad que ahora al leerte me has emocionado mucho...
Tu extenso poema es para mi de una perfección absoluta, sensible desde su concepción hasta la última letra de tus versos, desgarrador y emotivo.
Creo que debemos "sacarnos el sombrero" ante tu obra, Elena.

Y la combinación que haces con las pinturas le dan el marco perfecto, no podría ser mejor.

Felicitaciones grandes.

Abrazos!

Julián dijo...

Admirada Elena, Elena Pascual, Elena Clásica:

Tanto me ha hecho disfrutar esta entrada tuya, que me daría más vergüenza no hacértelo saber que la de entrar en este mundo clásico que sigo con asiduidad y en el que a menudo me encuentro perdido por mi desconocimiento del mismo.

Exquisitos cuadros, y estupenda música, envolviendo un poema que me ha sacudido y me ha conmovido. Y respecto a la forma, ah!, ese es mi punto débil y ahí me has pillado.

Inexistes, inexactas… palabras primas hermanas, la misma raíz, -inex- inexpertas por su corta edad (apenas recién nacidas), pero inexpugnables por su solidez.
¿Por qué decir “ya no existes” pudiendo decir “inexistes” o “te haces inexacto” en lugar de “te inexactas”?
Economía de lenguaje y osadía poética. No recuerdo quién decía que en el arte sólo cabe la revolución o el plagio. Pues ¡viva la revolución!

Dices que quieres una revolución
Bueno, ya sabes,
Todos queremos cambiar el mundo
(The Beatles. Revolution)

Me da igual que el contenido del poema se refiera a una muerte física o a la muerte de un amor, el arte está en la forma de describirla y en esa manera de utilizar las palabras como juguetes para disfrutar con ellas y hacernos disfrutar como niños, inventándolas, o encontrándolas donde nadie antes lo hizo: en ese espacio primordial, inexplorado e inextricable, que separa el tallo del aire.

Y también está el arte en dotarlas de musicalidad, de ritmo. ¡Cuántos poemas hermosos en el papel mueren al pronunciarlos por falta de ritmo!
Este que nos dejas, Elena Pascual, tiene ritmo y tiene un montón de juguetes, con los que fabricas risa de niña (ahora suena Pipi Langstrump) para burlar-te del dolor. Por eso se hace necesario volver a leerlo una y otra vez, de forma inexorable.

Dejó dicho Dylan Thomas en su Manifiesto Poético (inexcusable) que, de niño, se enamoraba de las palabras, por sus sonidos, antes incluso de conocer su significado y que ese amor fue lo que definió su oficio (o arte sombrío) de poeta.
Y también decía que poesía es lo que te hace reír o llorar, lo que hace que vibren las uñas de los pies. Todo eso lo consigues en este poema, incluso (inexplicable), lo de las uñas, las de los pies, las de las manos.

Invístete, desvístete, insístete, desístete, asístete, resístete, hazte té, pero Elena, Diosa de los boleristas, no te diluyas nunca, porque no habría en el mundo suficientes cl-inex para enjugar nuestro llanto.
Gloria inex- celsis- te.

P. D.: D. Antonio, si lo he declinado mal discúlpeme us-té.

ANTONIO MARTÍN ORTIZ. dijo...

Don Julián,

No voy yo a cometer la osadía de rectificarle nada, después de leer el precioso y bien hilvanado comentario que ha hecho a nuestra amiga Elena.

Todos entendemos su frase en Latín.
También podría decirse
Gloria inex-celsis tibi [Gloria a ti en las alturas].

Le envío un afectuoso saludo,

Antonio

Thumb dijo...

Te lo juro que has conseguido que me evapore cual voluta de humo...jejeje...magnífica como siempre Elena.

Un besote.

RITMO RANCIO dijo...

Querida Elena:

Después del comentario de Julián, ¡que te vamos a decir
si hasta se ha atrevido
a declamarlo en Latín!
Y con el beneplácito de D. Antonio
que ya es mucho decir.

Sólo nos queda por tanto
despedirnos de tu presencia
y lo hacemos a la vieja usanza
entonando nuestras canciones
con ritmo y con alegría
en esa continua espera
de que podamos vernos
cualquier día

Un abrazo rimado

Trini Reina dijo...

"...Y yo renazco".

Es lo que se deduce del poema.
Lo que nos duele se evapora y sólo nos cabe el resurgir, como una yema estrenando primavera.

Magnifico, Elena.

Besos

Nusa dijo...

Del cielo al suelo, del todo a la nada... Natural proceso.

En el suelo se está bien, se pueden huncar las piernas y echar raíces...
La nada es blanca, transparente, y puede dar lugar a todo...

Me encanta, 4rlena, no sé cuánto tiempo llevo, como siempre :)

¡Besos mil!

spok dijo...

Hola Elenaclasica.
Me descubro ante tí. Esta es la definición de la putrefacción más poetica que he leido en mi vida.
esto es arte y lo demas es ruido.
Besos y saludos.

Aristos Veyrud dijo...

Parece que alguien o algo que dejó de ser humano y optó por ser bestia observada por la penumbra del árbol, le expatrian de todas las estructuras del ser, inclusive de las más auténticas y más valederas de legitimación como son las del arte "te exilias de tu boca de mármol". Si la poesía es el arte dador de validez y eternidad, también puede ser el arte de la negación y de la condena, facultad que queda demostrada en esta composición que con fruición y rabia ácida y en complicidad con el diluyente por excelencia: la tierra, se encargan de no dejar rastro más que el fuego en el alma de las letras.
Vehemente reiteración exponencial para borrar una mancha desde lo más profundo en el mejor de los vestidos de la existencia.
Un abrazo Poeta!!!

Aristos Veyrud dijo...

He agregado uno de tus poemas y tu foto en la columna del Sol del Número 13 en honor a tu trabajo literario y artístico.
Saludos Poeta!!!

César dijo...

Entro en este recinto del saber, con el rubor de un imberbe ante la presencia de una bella dama. Con el temor de que mi presencia inexista.
Es una palabra lacerante, hiriente cuando alguien te la arroja con ánimo de ofender: inexistes chaval, no eres nadie. Eres polvo que se lleva el viento. Pero hermosa y sonora en el hermoso juego del laboratorio que nos muestra. Excitante juego de palabras el suyo que nos lleva a pensar que se pueda construir un vocabulario paralelo en donde se entiendan quienes tienen algo que decir. Vida interior. Imaginación y vitalidad sin entreguismo.

Isabel Barceló Chico dijo...

¿Nos has abandonado a nuestra suerte, elena? ¿Cómo es que en el bosque consagrado a Silena no esté la propia Silena? ¡Ay, estas ninfas enamoradizas...! Besos, querida amiga.

Navegante dijo...

Elena, me gusta mucho tu blog, me quedaré con mi nao, por aquí.




saludos del capitan de la nao Socrates

Anónimo dijo...

Exquisito, sublime, la perfecta descripción del ¿"ser"? que desea el mal del prójimo