sábado, 30 de mayo de 2009

Vísceras palpitantes de planta carnívora


Cristobal Toral



La seda de mis medias
para ti.
Mis manos fermentadas de espera
para ti.
Mis labios heridos y llagados
de los besos que no te he dado,
para ti.
Rosas y ligustres de espinas
que arañan mis brazos deseosos
de decorar tu rojo santuario,
para ti.

El traje del amario viejo,
oscuro fetichismo irrealizable,
para ti.

Vísceras palpitantes de planta carnívora
y mi pupila dilatada de mirarte,
para ti.

Mis uñas pintadas de ardor forjado
para ti.

Crisoles, mosaicos aljamiados,
la fuente frente al puerto,
la barca estremecida con reflejos de sol escondido
en algún lugar de la plaza
donde habita hotel Damasco,
para ti.

Las tiendas de regalos
de duentes sonrientes,
mis brazos, mis orejas,
con pulsera de plata y pendientes a juego para ti,
mi cuerpo en los cristales,
para ti.

La brisa paseando por las piernas,
para ti.

El olor de adormidera,
los paseos de extranjeros
que conocen varios temas
de conciertos de jazz
y asisten expectantes,
por 10 euros a veladas nocturnas,
cerca del castillo, recorte de luna,
para ti.


Seda, manos, labios,
ojos, duendes, flores
deseos y sonrisas...
para ti.


Firmado, Elena Pascual



Caspar David Friedrich


sábado, 23 de mayo de 2009

Nítidas pasiones de esculturas humanas

Villa de los Misterios. Pompeya. Celebración del ágape



El poema de hoy está dedicado al maestro Antonio Martín Ortiz, quien dirige con mano sabia un blog maravilloso, que recomiendo fervientemente a todos los amigos que por aquí pasean.





Mosaico del dios Oceanus




Todo planea en tu alma, todo vibra en latín, los personajes, las flechas y Cupido te asedian sin dejarte descansar, pero Venus te amó. Todos gritan, estatuas, pinturas, óleos, fotografías, cuadros, pinceles, lápices, Ovidio, Tíbulo, Virgilio, Catulo, Horacio, Propercio, las ninfas te rodean, los lectores te buscan en tinieblas esperando antorchas portadoras de luz, una constelación nueva de versos castellanos, latinos, griegos.
El sol grita a Faetón pero no le escucha, Ícaro se subió a los aires, sólo quería un momento, un momento irrepetible, estelas en el viento.
No te olvides Proserpina de tu cita con el dios que te ama, cita en el inframundo, con quien te besa en la oscuridad, no te olvides Ícaro, no importa, desaparecerás un día, elévate más allá.




Helen of Troy

Poema dedicado con todo cariño a Antonio Martín Ortiz.
Esconde una sorpresa en acrósticos.

Alargaré brazos de lluvia
nítidas pasiones de esculturas humanas,
tomos de sabiduría dolorosa,
órganos impasibles de amor inmortal,
nubes de dioses enamorados
in mites ventos...
oleadas de calor en el cuerpo,

mansamente en medio de la noche
articularé palabras de cisnes,
risas de ninfas en los bosques
tenderé invocaciones a dioses protectores,
insinuaré gestos de mortal enamorada,
navegaré buscando la mano seductora.

ortigas de palabras dolorosas
rondas de transformaciones,
tálamo desgarrado,
indicado lecho desbordante
zarandeo cósmico, infalible.


Firmado, Elena Pascual





lunes, 18 de mayo de 2009

UN GENIO: MARIO BENEDETTI



Defender la alegría como una trinchera

defenderla del escándalo y la rutina

de la miseria y los miserables

de las ausencias transitorias
y las definitivas
defender la alegría como un principio
defenderla del pasmo y las pesadillas
de los neutrales y de los neutrones
de las dulces infamias
y los graves diagnósticos

defender la alegría como una bandera
defenderla del rayo y la melancolía
de los ingenuos y de los canallas
de la retórica y los paros cardiacos
de las endemias y las academias

defender la alegría como un destino
defenderla del fuego y de los bomberos
de los suicidas y los homicidas
de las vacaciones y del agobio
de la obligación de estar alegres

defender la alegría como una certeza
defenderla del óxido y de la roña
de la famosa pátina del tiempo
del relente y del oportunismo
de los proxenetas de la risa

defender la alegría como un derecho
defenderla de dios y del invierno
de las mayúsculas y de la muerte
de los apellidos y las lástimas
del azar
y también de la alegría.

MARIO BENEDETTI


sábado, 16 de mayo de 2009

Cuándo volverás amor? A mi tiempo, fiel ardor

Bo Bartlett



El reloj y la casa deshabitada

I

¿Cuándo volverás amor?
A mi tiempo, fiel ardor,
Temas de hoy,
Sueños de ayer,
péndulos de madera
temerosa,
minutos de alfiler.
La entrega no recibida,
las caricias mudas
de estatua y llantos.
El sol soñador,
mi cuerpo desgajado
de dudas,
universo libre,
almas suyas,
críptico soñar.
Piernas desmedidas,
sanguijuelas curiosas,
entrega libre,
distintas hojas luna...
...Mi soñar.
El reloj y la espera,
¿cuándo volverás amor?



Firmado, Elena Pascual




William Shih-Chieh Hung



sábado, 9 de mayo de 2009

Tu imagen en mis sueños

Lajos Gulácsy




Tu imagen en mis sueños


He encontrado tus gafas en mi sueño,
prodigio raro, su significado
desconozco, hermoso descifrarlo
como antes, ¿recuerdas?, cuando eras dueño

de las tardes perdidas en el tiempo,
cuando buscábamos el otro lado
de la gente y tú veías el halo
mágico y yo miraba ensueños

dibujados en las nubes y tú
pronosticabas conmociones, nuevos
viajes a exóticos países y yo

leía deseos labios en tus
manos, ojos alambres en mis senos,
amantes signos de interrogación.

Firmado, Elena Pascual


Magritte

viernes, 1 de mayo de 2009

Eran tiempos muy emotivos aquéllos


Miquel Rivera Bagur



LOS SERES DE PÉTALOS

I.
-¡”Binsi, Binsi”!, -gritaban los pétalos.

-“Vaya, ya está ahí ese fantasioso Binsi”, -dijo mirando por la ventana Rima Flores.

-“Hola, Rima!, ¿Cómo estás Hada Suprema?

-“Si vuelves con tus cuentos, fastidiada”

-“Sí, pero esta vez te traigo rocío invisible, tejido por los espíritus rientes. Toma, para tí”.

-“¿Dónde está?

-“Aquí, en esta cesta. Es invisible”.

-“¡Oh, que tontería. Déjamelo y vete ya, Binsi”.

-“Si nos vemos esta tarde en las briznas”.

-“Bueno, está bien, en las briznas rosas a las 6”. Rima Flores se transparentó en un árbol.
Binsi Pater Nambú tembló, se figuró y se traspasó. A la hora del romero Rima Flores se apareció en sus ojos. Eran tiempos muy emotivos aquéllos.
Poco después, Binsi Pater Nambú nació.



Steven Kenny



II.
Binsi Pater Nambú nació de los pétalos, el día de los lirios, mientras las hadas aladas andaban andarinas, andariegas hacia el alma, dolor de atardecer”.
El Hada Maestra extendió la mano hacia su frente, después el duende colorado hizo tintinear unos traviesos cascabeles en sus oídos y los ángeles del agua lo mecieron en una hamaca llena de quietud.
El encanto del sol le ató su cinta dorada donando lila caramelo, una luz seguida, el perfume del aire lo tocó con ondulada risa, la luna desgajó una violeta brillante y lo coronó.

-¡Alhelíes!, sonaba el aire.
-¡Pistilos!, acariciaba el calor.

Germán Gervasio llegó cargado de reflejos y se tumbó por la hierba.
Llegaron las hermanas Salada y Sara Sansara para coserle el hilo misterioso en las líneas de la mano.
Dunia Runa hizo descolgar las letras de su nombre. Tallos después, feliz, Flora Florescente, vibró estremecida.
Binsi Pater Nambú reía.
Transcurrieron 7 años, Binsi Pater Nambú volaba sobre los árboles y besaba el brillo. Cuando volvieron las flores, volvió serena Sabina Severina.
Binsi se extendía como las puntas del espejo gigante y se enamoraba por el río visitado.
Miles de hilos destejían inexistentes destellos para animar el alma de paraguas de oro.

-“Yo te he conocido”, le dijo Rima Flores en un interludio feliz y Binsi Pater Nambú la creyó.



Esteve Francés