domingo, 2 de mayo de 2010

CUÁNTO MÁS ME ODIAS, MÁS ME AMAS

..


Imposible rescatar
un cadáver
de la nada,
abrir la losa y
repetir mil veces:
“no estás muerta”,
portarlo a casa
y prender fuego.



Jason Shawn Alexander




-Tediato de pacotilla,
alma lúgubre,
cartón piedra,
enterrador por vocación,
¿cómo vas a dar tu vida?



Jason Shaw Alexander


Estoy en la losa
y me corrompo,
me corrompo
de dolor y
de recuerdo,
de injusticia,
de maldad y
de palabras.



Jared Joslin



Y después de la losa,
ya lo sabes,
no volví de la Muerte
para verte,



Siegfried Zademack


y tú,
con todo tu odio a cuestas,
supiste
que irremediablemente
me querías
y vislumbraste
un rechazo feroz,
un odio ciego
y fue:




Siegfried Zademack


el eclipse de los miembros,
la proyección astral,
el hierro ardiente,
el cepo de la carne
aquel momento,
la agonía de la cruz,
un vino helado



Siegfried Zademack


y aún sin saberlo
me empezaste
a buscar desesperado
a convertirte en mí
sin tú quererlo.



Jared Joslin



A golpe de olvido
me llamabas.




Jared Joslin


Te condenaste
a ver miles de rostros
en un día
y sin querer buscarme
me buscabas.



Jason Shaw Alexander


Te amarraste a la cruz enajenado,
huyendo de martirios y flagelos y
en la tarde gris de la tormenta
un rayo cegador,
una lanza de hiel en el costado,
anunciando:
el gólgota encantado,
el miedo de las sombras,





Emil Hansen



Y tendrás cruz y tormento
y vinagre y sal
en tus heridas
y cruz
y más cruz



Ernst Fuchs


y a golpes de cruz
y de madero,
querrás ocultar
cuántos recuerdos,
aún sin saber
que cuánto más me olvidas
más recuerdas,
que cuánto más me odias
más me amas,



Siegfried Zademack



pues el amor que alumbra
ni se crea ni se destruye
penetra en el alma
interrogando
y en ese proceso inevitable
confluye con la lumbre
para siempre,
dejando
un agujero negro
en la memoria,




Siegfried Zademack




una cicatriz
en el costado.



Jeff Simpson



..

25 comentarios:

Pedro Ojeda Escudero dijo...

Sobrecogedor.

Anónimo dijo...

Qué buen tema el amor y el odio... ¡Cuánto juego pueden dar!

A pie de página te dejo dos versos, uno de Juan Gelman, "Odia como hay que odiar, con grande amor.", y otro de Juan Carlos Reche Cala, "Te quiero con el odio que me sobra."

Besos

ANTONIO MARTÍN ORTIZ. dijo...

Amiga Elena,

A modo de aperitivo, y en espera del meditado comentario, que vendrá después, tras larga reflexión, ahí va el Poema LXXXV de Catulo:

Odi et amo. Quare id faciam, fortasse requiris.
Nescio, sed fieri sentio et excrucior.

Odio y amo. Tal vez preguntas por qué hago eso.
No lo sé, pero percibo que me sucede y es un tormento.


Un abrazo, Querida Elena.

Antonio

PACO HIDALGO dijo...

Muy duro el poema, sentimientos contrapuestos: la vida y la muerte; el amor y el odio. La vida parece ser un juego de contrastes, de rechazos y atracciones. Magníficas las ilustraciones. Un placer pasar por aquí. Saludos.

Ar Lor dijo...

Querida Elena, "un poema tremendo".
Mi conciencia pierde ya la noción del carácter metafórico de las propias metáforas, para expresar lo que me "dicen" tus poemas. No alcanzo el nivel necesario.
El poema "rasca" como las "erres" de sus versos, levanta la piel y no hay lugar para ningún bálsamo.
Se sufre, se odia, se ama. Y todo ello se expresa sin "piedad humana", como la que se emplearía con un maltratador.
Hay versos extraños e indescifrables que no puedo descodificar.
Y hay algunos muy bellos y logrados versos :
"A golpe de olvido
me llamabas"
,
"que cuánto más me olvidas
más recuerdas,
que cuánto más me odias
más me amas"
.
En el poema se menciona a Tediato, el de las "Noches lúgubres" de Cadalso, que quería desenterrar a su amada, pues bien, "esta amada", no desea ser desenterrada.
Las pinturas maravillosas.
"Tremendo", querida Elena

Unknown dijo...

Turbador, realmente espeluznante. Vas y venís de la vida a la muerte, la carga del dolor, de ser humanos, de ser imperfectos, de pretender superar la adversidad, dejando de lado la cruz que llevamos a cuesta y nos condena.

Impresionante poesía, realmente impresionante. No hay forma de desenterrar nuestro amor, ni nuestros pecados.

Un abrazo grande.

HologramaBlanco

 Mayte dijo...

Descarnas el sentimiento rebelde del momento que se abre muy dentro del alma, donde solo quedamos el amor y nosotros, solos frente a frente dónde lo indecible chilla como horno encendido ante la hogaza que desea quemar y que sin embargo solo abraza suavemente hasta dorar sus bordes y ofrecerlo a quien lo toma.

Muy bello Elena, tomas el odio, el amor y lo embalsamas en una misma oración.

Biko grande con cariño mi preciosa. ;)

RITMO RANCIO dijo...

Querida Elena:

¡Que poema entre poemas!
Una obra de arte, de amor y odio conjugados.
¡Qué dualidad del amor tan fielmente reflejado!

Ese amor.. paradoja del amor:

"con todo tu odio a cuestas,
supiste
que irremediablemente
me querías...
...y aún sin saberlo
me empezaste
a buscar desesperado"

Enhorabuena por esta entrada, que destila "alta sensibilidad"

Un cariñoso beso musical

Lozzano dijo...

Tétricas metáforas, odio, dolor, sufrimiento, desengaño ... son sentimientos que habitan en este sombrío poema, con el que nos impactas.
Amor, rencor y recuerdos se retuercen en una maraña de sentimientos, en los tú nos proyectas gran desasosiego.
Como acostumbras, un manejo magistral del lenguaje.
Las funestas pinturas ilustran estas sensaciones a la perfección.
Francamente GENIAL.
Besazos.

helena dijo...

Yo me pregunto si es cierto que el odio y el amor andan unidos, o si cuando uno acaba el otro empieza, o si uno excluye al otro... Lo cierto es que, después de asesinado ya no puede volver, aún desenterrado, ha perdido su esencia.
No existen los cuidados paliativos para el amor que agoniza; hay que desconectarlo y dejarlo ir. Ya no se puede volver, porque lo cierto es que las cicatrices nunca desaparecen.
Impresionante, querida elena.
Muchos besos.

Meri Pas Blanquer (Carmen Pascual) dijo...

Ódiame por piedad yo te lo pido... eso dice un bolero.
Y es que el odio existe cuando ha existido el amor, imposible sentir algo tan fuerte sin haber tenido el amor a cuestas incrustado.

Magnífica conjugación de metáforas y desatinos verbales que luchan frenéticamente para establecerse, para conseguir el primer lugar en la lucha por el poder.

Ritmo sudoroso entreteje los versos, el infierno y el cielo tan cercanos...

Natàlia Tàrraco dijo...

Amiga Elena, siempre a mi lado, con cariño, gracias.

En este amor y odio, a lo Catulo según Antonio, paridad de deseos contrarios, y el dolor lacerado místico, ansia y espera, quiere porque no quiere, Teresiano, de cruz y llaga y de corona de espinas, el hijo enterrado detrás de la losa redonda, muerto, siempre, ahora, y el "otro", impasible ausente, pero presente siempre vivo, nunca muerto en su luz fría.

Estremecedor, imagenes dolorosas e incluso irónicamente crueles, bellísimas palabras hasta la llaga.
Bsitooo muy cariñoso, dulce amiga.

Isabel Barceló Chico dijo...

No dejas de sorprenderme, elena, con la potencia de tu voz poética, capaz de las palabras más dulces y las más duras, de acariciar y flagelar y decir verdades afiladas como lenguas y dejanos el sabor de lo verdadero y lo auténtico. Mi admiración por tí crece y crece.
Un abrazo muy fuerte.

Trini Reina dijo...

Tanto en el poema como en las pinturas, creas un clima trágico que sobrecoge. Una desesperanza que traspasa al lector.

Besos

Javier Muñiz dijo...

hola bello texto,bello blogg, gracias por compartirlo, te encontré en un blogg común, si te gusta la poesía te invito al mio, será un placer, es,
http://ligerodeequipaje1875.blogspot.com/
muchas gracias, buen día, besos

Juan A. dijo...

De cicatrices, amores y olvidos.

Gracias, Elena.

Pau dijo...

Siniestrooooooooo..........
Un beso Elena, una sensibilidad muy especial la tuya!!!!!!!!!!!!!

ANTONIO MARTÍN ORTIZ. dijo...

Contundente y macabro poema este que nos presentas ahora. Es la unión y el conflicto al mismo tiempo de los contrarios: el amor y el odio, la vida y la muerte, el Ser y el no Ser. Habría que remitirse a los Presocráticos, al Ser de Parménides, con su inmovilidad, confrontado al Devenir de Heráclito. Habría que recurrir a Hegel, con su Tesis, Antítesis y los posterior Síntesis, que sería tu poema.

El cadáver no puede tomar vida, aunque uno lo quiera, o sí puede, si permanece en el Recuerdo y el Sentimiento.

Viene el reproche a la persona que te ha despreciado, a la persona que no te merece, al maldito que se fue y te dejó. Es la personificación del rechazo que duele, pero que aún está en tu interior.

Viene el grito del cadáver que, desde la tumba, metafórica o real, grita en son de guerra, en revancha, con el odio reprimido que intenta por salir a flote.

Y entonces, desde la tumba, el maldito muerto levanta la cabeza, en la creencia de que todavía seguías amándolo y su sorpresa es que las tornas han cambiado: que ahora la que odias eres tú, que lo odias y lo desprecias a él.

Y, finalizando, el desgarro y la desesperación de quien, creyéndose aún amado, a pesar de su despecho, anda errabundo buscando lo que tal vez con seguridad existió, pero de lo que ya no queda más que el rastro del tormento de la Cruz, de la muerte definitiva.

Son algunas de las ideas que he creído encontrar en ese poema tuyo, Querida Elena, Φίλη Ἑλένη, Querida Elena.

Un fuerte abrazo,

Antonio

Soledad Sánchez Mulas dijo...

Impactante, Elena. Y acompañado de unas imágenes sabiamente elegidas, más aún.

De las muchas interpretaciones posibles, yo elijo el desgarro de la búsqueda perpetua, independiente del amor-odio, la necesidad de saturar el vacío con una esencia humana.

En estos versos se percibe soledad. El odio y el amor se trenzan -com suele ocurrir en la vida real-.

Impactantes, trágicos... y oscuramente bellos.

Un beso.

S.

 Mayte dijo...

Que la semana sea propicia y muy buena para ti Bonita ;)

Biko enorme!!

ANTONIO MARTÍN ORTIZ. dijo...

Amiga Elena,

Te dejo aquí también, en tu blog, el comentario que le he hecho a nuestro amigo Ar Lor, porque, tanto en el suyo como en éste, sales mencionada, deslumbrante y reluciente.

Amigo Ar Lor,

Oportunamente recibirás mis alabanzas a tus intervenciones en esta reflexión. Comparto tus alabanzas para Elena Clásica, pero también te aseguro que tus intervenciones demuestran una categoría, y un profundo sentido del humor y de lo práctico, que no tienen parangón.

Tienes toda mi complacencia para que intervengas aquí siempre que quieras. Te expreso mi más profundo agradecimiento y toda mi admiración.

Tus comentarios son tan irónicos, humorísticos y profundos, que hay que tomárselos muy en serio, y tus propuestas son, además de muy sensatas, de un sentido práctico que más de uno quisiera.

En cuento a nuestra común amiga, Elena Clásica, ¿qué puedo añadir yo a su Sabiduría, a su Sensatez, a sus profundos conocimientos? También a su sentido del rigor y la exactitud. Ha tenido la cortesía de dejarnos a todos un par de comentarios: el segundo es que no tiene desperdicio alguno. Cada palabra suya es un pozo de Sabiduría: uno, por lo menos yo, se da cuenta rápidamente de que, ante un Sol como es ella por el brillo que le da a todo lo que escribe, no nos queda más espacio que quedarnos con la sensación de que hay que ponerse a sus pies. Tan grande es su capacidad de expresión, y, claro, a esa capacidad de expresión corresponden un cúmulo de conocimientos que todos envidiamos, dicho sea de paso, en el mejor sentido de la palabra.

Un abrazo para ti, y un beso para nuestra Elena Clásica.

Antonio

ANTONIO MARTÍN ORTIZ. dijo...

Amiga Elena Clásica, Elena Pascual, Φίλη Ἑλένη,

Nada se puede añadir a lo dicho por ti en el blog ITACA de Ar Lor: sólo alabar una vez más tu Sabiduría y tu equilibro. Eres capaz de hacer una perfecta síntesis de todo lo dicho, de forma que lo que pudiera parecer irreconciliable no lo es. Si yo fuese creyente al estilo usual, te diría que eres capaz de hacer milagros. Tu sabiduría no tiene límites, lo abarcas todo. Nada que añadir ni que rectificar por mi parte a las abundantes alusiones que haces al que considero una parte de mí, al Mundo Clásico. Eres mágica. Lo sabemos todos los que te conocemos de una forma o de otra.

Sólo añadir que ya, antes de Lorca, nuestro Horacio dijo:

Nil sine magno uita labore dedit mortalibus.
(Sermonum [Sátiras] liber primus, IX, 59-60)
Nada ha dado la vida a los mortales sin un gran esfuerzo
.

Creo que ahí está la auténtica Musa, como muy bien dices tú.

Un abrazo mítico,

Antonio

Anónimo dijo...

Cuando entro en tu blog y leo tu poesia siento una curiosidad morbosa hacia la forma que tienes de expresarte utilizando como base solo dos palabras: amor y odio. Con la maestria y dominio del lenguaje, nos trasportas a tu mundo, mundo lleno de pasión.

Un abrazo Guillermina

PD. No puedo entrar por google

Nusa dijo...

Bueno, yo pasaba por aquí, y, como estaba la puerta abierta... pues no sé cuánto tiempo llevo.

Me encanta cómo dibujas poesía. Gracias.
¿Puedo venir más veces para aprender?

Aristos Veyrud dijo...

Con gran maestría la artista pega los más profundos sentimientos a las vibraciones del lenguaje de la carne, el resultado no puede menos que ser intensamente dramático. Son altas las entonaciones de la crueldad y graves muy graves sus acordes de la angustia. Tanto expresionismo hace que el lector gaste gran cantidad de energía deseando que los horrores no se sucedan que paren de una vez.
Sacudidas de sensibilidad y de sentimiento imposibles de igonorar en estos versos.
Mi abrazo Poeta!!!