sábado, 25 de abril de 2009

¿Me buscas a mí o es a tu sombra?

Francis Giacco



El reloj y la casa deshabitada,

III

El pelo y el collar,
semblante sigiloso,
vibración, sala talar,
gafas, chaqueta labios,
zapatillas cadera,
cuerpo fresco,
puntillas.
Pared azul, los barcos,
armario empotrado y sinfonier.
Espejo, pavimento cuadrado,
moqueta gris adornada
y su mesilla.



Francis Giacco



Y ahí estás mirándome
sobre la cama,
piel gigante desmoronada
en deseo.
Fusión con la colcha,
¿me buscas a mí o es a tu sombra?
En tanta habitación disminuida
eres el cuerpo entero,
Cada vez más hombre.


David Alexander Colville


  • Texto
  • Elena Pascual


10 comentarios:

Meri Pas Blanquer (Carmen Pascual) dijo...

Hermosa y sutil manera de contar la sensación de sentirse así...
Parece que en cada objeto está él...

Me hiciste pensar...

Abrazos!!!!!

ANTONIO MARTÍN ORTIZ. dijo...

Amiga Elena,

Sugerentes e insinuantes son tus palabras, al compás de la transparencia de las imágenes. Es el pensamiento y el deseo que se insinúan desde la mujer, sin que esté segura de que el hombre está ahí presente por ella o por lo que ella representa, por ella o por los objetos que la entornan.

Y pienso yo:

¡Cuánto insensato hay entre los hombres y cuántos amores desaprovechados por la falta de sensibilidad de algunos hombres, ajenos al mundo interior tan rico de las mujeres todas!

Amiga Elena,

he disfrutado mucho y sigo haciéndolo al pensar en la delicia de poema tuyo, que por breve, gana en cualidad. Ya nos lo decía nuestro Horacio en la "Ars Poetica" (verso 335) : "Esto breuis" [Sé breve].

En otro orden de cosas: muchas gracias por el exquisito, poético incluso, literario, sublime, comentario que has hecho en mi espacio a Filemón y Baucis. Como podrás comprobar, lo he situado, con tu permiso, en la cabecera del relato. Es un buen resumen de lo que luego nos explicará Ovidio.

Un beso,

Antonio

Jmdeum dijo...

Me sorprende cómo la "segunda parte" del poema le da sentido a la descripción, que ya por sí misma es un buen poema. Pero la segunda parte es "redonda", no sólo por lo que digo, sino porque además está llena de valor poético, de belleza, una manera sutil y hermosa de explicar el encuentro amoroso (no sólo acto sexual, sino más, mucho más: amor)
Me ha encantado.
Un saludo.
PD: Yo también te agradezco los comentarios que haces en NIUNDIA SINPOESIA. (Sólo que tanto halago no me lo merezco, o por lo menos al 50% ya que muchos poemas son seleccionados también por mi compañera Maite... Vaya para ella ese 50% y el agradecimiento en nombre de los dos)

Carla Tormenta dijo...

Naturaleza viva!!!!!pasión y sentimiento.

Danube S. dijo...

La sombra...interesante, Elena. Yo me quedo con la sombra y con la alquimia de las palabras.

Estupenda poetisa!!

spok dijo...

Una vez más, rozas el paraiso con tus alas de poetisa, un poema de doble acción, primero insinuante y luego rotundo, magnífico, por que alfín, eres Elena clasica, cada vez mas poetisa,
salu2.

calamanda dijo...

¡Hola! No he podido escribir
antes.Me recordaste a Carmensabes y visité el blog...me ha gustado
muchísimo,todo el conjunto muy bonito...bellos poemas.

La música elegida acertada.

Ha sido todo un placer.

Recibe un cordial abrazo.

CALAMANDA

Pedro Ojeda Escudero dijo...

A veces ni siquiera a la sombra...
Hermoso poema.

Isabel Barceló Chico dijo...

Fascinante pregunta. ¿A quién busca el amante? Quizá cada uno de nosotros lleva un Narciso dentro. Besos, querida elena.

Meri Pas Blanquer (Carmen Pascual) dijo...

Ya tienes 1000 visitas!!!!!

Estoy feliz!!!