martes, 27 de marzo de 2012

ANTONIO TABUCCHI, SE NOS VA EL MAESTRO

...


¡Qué desolación! Se nos ha ido Antonio Tabucchi, amigos.

Esta es la triste noticia que sucedió el 25 de marzo de 2012.



Antonio Tabucchi



Mi querido novelista, quién no recuerda tus obras:

Requiem: un'Allucinazione (1992), Sostiene Pereira (1994), La Testa Perduta di Damasceno Monteiro (1997), Sueños de sueños. Los tres últimos días de Fernando Pessoa (2000), El tiempo envejece deprisa (2009) ...

Un mago, un creador de ambientes, tan melancólicos, plenos de sentimiento como las ciudades que tanto amó en Italia, en Portugal... Sus personajes calan hondo en el espíritu, siempre vivirán con nosotros porque se han hecho grandes en su humildad.

Qué pena. Otro de los grandes que se nos escapan entre las letras que parecen deslizarse dulcemente en nuestro recuerdo.

Me es muy difícil, asumir esta desaparición. Me dejaré llevar por la emoción para llevar a cabo este pequeño homenaje, recordando algunos de sus textos:




Francis Rodrigues de Oliveria



El padre Antonio se sentó en un banco de la sacristía y Pereira se puso a su lado. Escúcheme, padre Antonio, dijo Pereira, yo creo en Dios padre omnipotente, recibo los sacramentos, observo los mandamientos e intento no pecar, aunque algunas veces no vaya a misa los domingos, pero no por falta de fe, es solo por pereza, creo que soy un buen católico y respeto las enseñanzas de la Iglesia, pero ahora estoy algo confuso y además, por mucho que sea periodista, no estoy muy bien informado de lo que sucede en el mundo, ahora estoy un poco perplejo porque me parece que hay una gran polémica acerca de la postura de los escritores católicos franceses a propósito de la guerra civil española, me gustaría que usted me pusiera al corriente, padre Antonio, porque usted sabe de esas cosas y yo quisiera saber cómo comportarme para no ser herético.

-¿En qué mundo vives, Pereira?, -exclamó el padre Antonio.
Sostiene Pereira que el padre Antonio se levantó y se puso delante de él con expresión que le pareció amenazadora.




Fabián Pérez




Se dirigió al vestíbulo, se detuvo ante el retrato de su esposa y le dijo:

-Anoche vi a Marta, la novia de Monteiro rossi, me da la impresión de que esos chicos se están metiendo en problemas serios, mejor dicho se han metido ya, de todas formas no es asunto mío, a mí lo que me hace falta es una semana de talasoterapia, me la ha prescrito el doctor Costa y además en Lisboa uno se sofoca y yo he traducido Honorine de Balzac, me marcho esta mañana, voy a coger el tren al Cais de Sodré, te llevo conmigo, si me lo permites.

Cogió el retrato y lo metió en la maleta, pero boca arriba, porque su esposa había tenido necesidad de aire toda la vida y pensó que también el retrato necesitaría respirar bien.



Fabián Pérez



Monteiro Rossi se acostó y Pereira cerró la puerta y regresó al salón. Guardó las obras de Camilo Castelo Branco, cogió de nuevo a Bernanos y se puso a traducir el resto del capítulo. Si no podía publicarlo en el Lisboa, paciencia, pensó, a lo mejor podría publicarlo como libro, así al menos los portugueses tendrían un buen libro para leer, un libro serio, ético, que trataba de problemas fundamentales, un libro que sería beneficioso para la conciencia de los lectores, pensó Pereira.

(Sostiene Pereira)





Paco Lafarga


-Pero, ¿dónde está esa maldita pensión? -preguntó al taxista. Se sentía con derecho a preguntarlo. Circulaban desde hacía media hora por lo menos, primero por las amplias calles del centro y ahora por callejones imposibles y estrechos de un barrio que Firmino no conocía.

-Lo que se tarda -masculló desabridamente el taxista.

Taxistas y policías, pensó Firmino, eran las dos categorías que más odiaba. Y le había tocado tratar precisamente con taxistas y policías, dado el trabajo que hacía. Periodista de un rotativo de escándalo y asesinatos, divorcios, mujeres destripadas y cadáveres decapitados, esa era su vida. Y pensó en lo estupendo que sería acabar su libro sobre Vittorini y la novela portuguesa de posguerra, estaba seguro de que iba a ser un aconteciento en el ámbito académico, quizás le abriera las puertas de la carrera universitaria.

(La testa perduta di Damasceno Monteiro)




Luiza Caetano



Antonio Tabucchi
(Vecchiano, provincia de Pisa, 1943 - Lisboa, 2012), no te olvides de nosotros.


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10 comentarios:

PACO HIDALGO dijo...

Sentido homenaje al maestro Tabucchi. Recuerdo cuando leí Sostiene Pereira, allá a mediados de los noventa, que fue una de las más hondas y profundas sensaciones, una de esas novelas que marcan, que te hacen sentir claustrofóbicamente en ese ambiente opresivo y falto de libertades del Lisboa de los setenta. Luego leí La cabeza perdida de Damasceno Monteiro y también me gustó mucho, pero no tanto, porque muy pocas novelas que he leído después, pueden estar a la altura de aquella. Un placer saludarte Elena, aunque sea en un día de duelo, como hoy. Besos.

Aristos Veyrud dijo...

La más alta generosidad se expresa en los artistas, capaces de heredar sus tesoros espirituales a toda la humanidad.
Paz en la tumba del escritor y mis condolencias a la editora de este blog autora de tan sentido homenaje.
Un abrazo Poeta!!!

Gustavo Figueroa Velásquez dijo...

Se nos va un maestro que por su grandeza dejó de ser italiano para ser un hombre del Universo. Su obra nos seguirá acompañando y con ella estará su espíritu entre nosotros.
Paz en su tumba y mis condolencias para ti, querida Elena Clásica y para todos los amantes de la obra de Antonio Tabucchi.

Trini Reina dijo...

Te felicito por tan hermoso homenaje a Tabucchi.

Descanse en paz y viva siempre su obra.

Besos

Natàlia Tàrraco dijo...

Ayyy dulcísima Elena, por fin te asomas con tus letras e imagenes, !cuánto te he añorado! No nos tardes tanto amiga del alma.

Lástima que lo hagas a raíz del fallecimiento del querido Tabucchi, pero es hermoso tu homenaje, necesario, sincero, para ello nada mejor que sus letras, siempre estará con nosotros porque a través de ellas, nos consolamos.

Tabucchi italiano de Pisa cierto es el declarado amante de Lisboa, ciudad melancolica, deliciosa, de una hermosura doliente y una luz al atardecer, que dulcifica y besa el alma. Tabucchi interlocutor del maestro Pessoa como un alumno aventajado. Tabucchi inquieto, reflexivo, implicado.
Tabucchi sostiene con el inolvidable Pereira un diálogo de incertidumbres, encrucijadas, un trazado de momentos en la historia no únicamente portuguesa, aunque, más que nada me quedan en la memoria los rincones, los olores, calles, recorridos del periodista por Lisboa.
Sostengo querida Elena, que ahora mismo me deleitaria con una tortilla !cómo no! a las finas hierbas en honor a Pereira.
¿Tendría Pereira el rostro de un cansado Mastronianni?, no puedo sostenerlo.
Sostengo Elena, que tus palabras me han emocionado y quiero más de ellas.
Besitos dolientes pero contentos por estar de nuevo en tu casa, caja de las sorpresas.
Besitooos muchos.

ANTONIO MARTÍN ORTIZ. dijo...

REQVIESCAT IN PACE
Antonio Tabucchi
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Por fin, amiga mía, Elena, he podido entrar en tu Blog. Acabo de hacerlo. Masñana te comento, porque ahora estoy algo atareado con el nuevo ordenador.

Un gran abrazo para tí, amiga mía

Antonio

ANTONIO MARTÍN ORTIZ. dijo...

Amiga Elena,

Bienvenida sea tu incorporación a este mundo mágico, en el que algunos espíritus nos encontramos de cuando en cuando, y hacemos una especie de Banquete de ideas y emociones que, de otra forma, serían imposibles.

Me llega el dolor al alma, cuando considero que el motivo es la muerte de un gran hombre, de un escritor universal, de un Italiano que tenía, por lo menos, tres patrias, pues era tan Portugués y Francés, casi, como Italiano.

Requiescat in pace
Antonio Tabucchi.

Escogidos y bien escogidos están, amiga mía, amiga nuestra, esos textos que nos presentas del genio recién fallecido. No soy un gran aficionado al cine, pero aún recuerdo la película esa que me impresionó, Sostiene Pereira, basada en una de sus obras cumbres.

Dejo aquí, como homenaje también al fallecido, un vídeo de casi diez minutos, en el que al autor habla de la Escritura y las Fronteras, que son más humanas que geográficas.

Te envío un gran abrazo, amiga mía Elena, y te transmito mis deseos de verte amenudo por aquí, y de que nos enriquezcas con tus aportaciones, porque, aunque se nos haya ido uno de los Grandes, también quedan entre nosotros voces e inteligencias que tienen mucho de bueno y grandioso que decir, como es tu caso, Querida Elena.

Antonio

Pedro Ojeda Escudero dijo...

Se nos ha ido un maestro.
Que la tierra le sea leve.

García Francés dijo...

Dª Elena, inolvidable el asombro admirado que me propinó la lectura de Sostiene Pereira.

Un abrazo, amiga.

Mayte dijo...

Mi Elena, los mejores van dejando sus pinceladas de vida y belleza entre letras...tu los bordas con tu nostalgia, con tu homenaje.

Un beso reina!