![]() |
Meri dedica su libro encantada |
Queridos amigos:
Meri Pas Blanquer, pseudónimo de Carmen Pascual, ha presentado su bello poemario Eróticos desvaríos, el pasado 19 de octubre en el bar Bóvedas de Madrid.
He ejercido como presentadora en dicho acto en una velada poética repleta de cariño y pasión por los versos.
Meri Pas,
una larga lista de amigos y yo misma, nos apuntamos a recitar algunos
de sus poemas para compartirlos en un momento muy especial. Contamos con
la presencia del extraordinario escritor Rafael Arenas García, que realizó el prólogo de Eróticos desvaríos,
con una elegancia y una finura exquisitas, y que tuvo la gentileza de
acudir con su encantadora hija Cecilia desde Barcelona.
Por si esto fuera poco, tuvimos música en directo con la voz y la guitarra, de una cantautora jovencísima, Lúa Púa, plena de talento e inspiración, que ha llevado a la música tres de los poemas de Meri Pas.
Grata presencia del prologuista del libro Rafael Arenas con su pequeña Cecilia |
Por si esto fuera poco, tuvimos música en directo con la voz y la guitarra, de una cantautora jovencísima, Lúa Púa, plena de talento e inspiración, que ha llevado a la música tres de los poemas de Meri Pas.
La gran cantautora Lúa Púa |
Me gustaría mucho compartir con todos vosotros la presentación, a través de unas letras dedicadas a la poesía con las que he querido sentir una exégesis del poemario, así como con algunas de fotografías.
Espero que os guste. Un beso fuerte, amigos.
En la presentación |
Hete aquí el
momento en que desaparecen el tiempo, el espacio y sus dimensiones mentirosas y
tortuosas dejan paso a aquellas más reales en su espiritualidad; en la
confluencia de las voces de los siglos, de los pasados y de los venideros, pues
Meri Pas sabe de estas cosas, como argumentaría Johannes de Silentio o por
mejor decir Soren Kierkegaard en Temor y
Temblor:
El caballero de la resignación
infinita rechaza el amor que es el contenido de su existencia y encuentra la
conciliación en el dolor; en oposición al "caballero de la
fe", quien no sólo renuncia a todo sino que además confía por la fuerza del absurdo en que volverá a
recibirlo de vuelta cuando aprehenda a Dios.
La poesía de Meri Pas dividida
entre el caballero de la resignación infinita y aquel de la fe, polarizada en
el tormento de los opuestos que se atraen y se consumen nos lleva al mundo de
los portentos, expresado en un amor loco, tenaz, persistente, descreído,
desesperanzado y la pirueta danzarina que lo desborda hasta consumir la pluma de
la escritora y la piel del lector que se eriza por momentos, como cuando nos
habla del deseo infinito irrealizable,
y se acuerda de Manuel Machado:
Por guardar pena y pena
cuántas lágrimas…
que hasta los raíles del tren
me hacen llorar.
Hasta los raíles del tren
me hacen llorar.
Tan cerca el uno del otro
cómo quisieran, quisieran…
se alargan y no se pueden juntar
Es Cúpido que
golpea el pecho de cada uno de sus vasallos, pero estos, sujetos a la ley de la
cuasi esclavitud, rehúsan el encuentro feliz y afortunado. No vamos a asistir a
un espectáculo de plenitud y realización, culpen de ello a la autora que así
nos espeta en Naufragio (XCIV):
Lúa Púa desgarrando el aire con su voz y su guitarra |
Cómo sería todo
cuando ya no quedan
sino restos,
esqueletos
de hematomas
de amor olvidados,
saliva moribunda
tan espesa
como esta sangre,
que coagulada te escribe.
Si han conseguido sobrevivir al arriesgado y brutal encabalgamiento, juzguen entonces el alma nietzscheana del poemario: DESAMOR (LXVIII)
Sin delirio
no hay dolor.
Es cierto.
Pero esta tibieza
me asfixia.
Véase también ¿POR QUÉ NO VIENES Y ME MATAS? (LXXXVIII), verbigracia:
¿Por qué no vienes
y me matas?
no te dejes ni una costilla
viva,
apura hasta el último hueso que me queda.
y me matas?
no te dejes ni una costilla
viva,
apura hasta el último hueso que me queda.
Dime que los bordes de tu existencia
están diluidos con los míos ahora.
IMPLORABAS AMOR CON SAL Y JADEOS (XV)
Mátame, susurraste un día
escarbando tu voz en mi oído,
implorabas amor con sal
y jadeos, […]
CÍÑETE LAS MEDIAS MIENTRAS TANTO (LXIII)
Qué por clamar
a gritos tu osadía,
el tiempo no ha de parar,
más si ha de perdurar
el instante transparente
en el que dos almas
flotan hasta el delirio.
a gritos tu osadía,
el tiempo no ha de parar,
más si ha de perdurar
el instante transparente
en el que dos almas
flotan hasta el delirio.
![]() |
Meri Pas firmando |
En este estadio ya sabemos que Eros o Cupido se ha pinchado con su propia flecha. ¿Recuerdan aquella historia de Eros y Psique en el Asno de oro del viejo Apuleyo?
Cómo no relacionar a
Meri Pas con el círculo de escritoras eróticas en el que incluimos a Ana
Rossetti:
Deliciosa congoja si creo reconocerte
me hace desfallecer: toda mi piel nombrándote,
toda mi piel alerta, pendiente de mis ojos.
Indaga mi pupila, todo atisbo comprueba,
todo indicio que me conduzca a ti,
que te introduzca al ámbito donde sólo tu imagen
prevalece y te coincida y funda,
te acerque, te inaugure y para siempre estés.
A veces la voz lírica procura engañarnos, sin lograrlo sin duda alguna, y es que cuando pide una tregua, la mar en calma, el tono suena aun más quejumbroso. La mentira es descubierta por la propia autora y así lo reconoce, el fuego entonces se retroalimenta, se retuerce y arde al rojo blanco, así
HEREJÍA (LXXVII):
como renuncio yo
a la pertinaz llama
que se obstina en sobrevivir
circulando por venas
y arterias
dejando a mis pobres glóbulos rojos
ahogados y doloridos
sobreviviendo a pesar
de la falta de oxígeno.
a la pertinaz llama
que se obstina en sobrevivir
circulando por venas
y arterias
dejando a mis pobres glóbulos rojos
ahogados y doloridos
sobreviviendo a pesar
de la falta de oxígeno.
¿Acaso nos creemos aquello de la supervivencia sin oxígeno?
El pulso que una vez
hizo temblar a paredes
y tejado,
hoy no late
no azulea
no te busca
no llora
no segrega amor,
sólo gotea
exceso de indiferencia.
Miente Meri Pas
y a ella le gusta, no deja de hacer un guiño a los lectores: no se puede gotear
la indiferencia, la creadora lo sabe, nosotros también; tampoco existe su
exceso, por definición son términos irreconciliables.
En el XLIII: No te voy a escribir ningún poema:
Hoy voy a demostrarte
mi total y absoluta indiferencia.
De nuevo miente la autora, si no tendríamos el susodicho
poema XLIII.
Psique ha quemado con una gota de
aceite el hermosísimo rostro de Cupido. Deberá recoger en el Hades la belleza
de Proserpina. Del infierno al purgatorio, menos mal que ya se le había
ocurrido a san Gregorio Magno. El fuego del amor irrealizable que consume deja
paso en algunas composiciones al purgatorio de las sensaciones, de los placeres
que sufren porque se conocen mortales y fugaces.
No merezco tal tormento,
libérame de una vez,
llévame a tu cielo eterno
o dile al buen Satanás
que me muero, que me muero,
dile que no puedo más,
que en las llamas me consumo,
que siento mi fruto arder
que me estoy quemando viva
¡qué no puedo vivir sin él!
Al XXXVI, purgatorio:
Llevo un purgatorio
ilimitado
de manjares y horrores
al costado.
Más horrores que manjares.
Pero estas células grises
con hilos de sangre tatuada
que taladran sin piedad,
me sumergen una vez al día
en exquisitos instantes de gloria.
El fuego del amor irrealizable
que consume deja paso en algunas composiciones al purgatorio de las
sensaciones, de los placeres que sufren porque se conocen mortales y fugaces.
No se olvida la escritora de los
refinados y exquisitos ungüentos andalusíes, Ibn Hazm lo ratifica desde El collar de la paloma:
Cuando me voy de tu lado,
mis pasos
son como los del prisionero a quien llevan al suplicio.
Al ir a ti, corro como la luna llena
cuando atraviesa los confines del cielo.
Pero, al partir de ti, lo hago con la morosidad
con que se mueven las altas estrellas fijas.
Sin duda Meri ama sus fuentes, así San Juan de la Cruz en su Cántico espiritual:
son como los del prisionero a quien llevan al suplicio.
Al ir a ti, corro como la luna llena
cuando atraviesa los confines del cielo.
Pero, al partir de ti, lo hago con la morosidad
con que se mueven las altas estrellas fijas.
Nuestro querido amigo y maestro, el mago de los pinceles Lozzano |
Sin duda Meri ama sus fuentes, así San Juan de la Cruz en su Cántico espiritual:
¿Adónde te escondiste,
amado, y me dejaste con gemido?
Como el ciervo huiste,
habiéndome herido;
salí tras ti, clamando, y eras ido.
Pastores, los que fuerdes
allá, por las majadas, al otero,
si por ventura vierdes
aquél que yo más quiero,
decidle que adolezco, peno y muero.
Buscando mis amores,
iré por esos montes y riberas;
ni cogeré las flores,
ni temeré las fieras,
y pasaré los fuertes y fronteras.
En Sinfonía rusa
(LIII)
cuando la luna está encendida
y sopla el viento del norte,
el cristal de mi ventana
retumba,
yo tirito y me estremezco toda,
cuando
la lluvia y sus cuatro movimientos,
repiten aquella sinfonía.
También en Me invento (LVIII):
Me lo invento todo
porque no estás
y urge rellenar
las piezas
de este puzzle
que se desordena
en desolada agonía.
Leamos la siguiente jarcha extraída de una composición de Todros Abulafia (c. 1247-c. 1306):
Mi corazón se me va de mí.
¡Ay Señor, no sé si me volverá!
¡Me duele tanto por el amigo!
Está enfermo: ¿cuándo sanará?
(Traducción de García Gómez).
Y así dicha transición se define en el reconocimiento de la ternura que viene vestida de armisticio, para suavizar tales espasmos de amor tortuoso, nunca exento de erotismo.
A mis pies le crecieron flores,
mientras bailaban en sus hombros.
dos terrones de azúcar,
un níscalo para morderlo.
LXXI ME HE SENTADO EN EL SUELO A CONTEMPLAR TU ANATOMÍA
me pierdo en el suave murmullo
de tus sueños.
Duermes y las mariposas cruzan
por tus piernas
de tus sueños.
Duermes y las mariposas cruzan
por tus piernas
XLVIII ARRÁNCAME ESTE
OLOR DE MI PIEL
ya no tienen frutos mis labios,
córtame los tallos
y deja que la dulzura amanezca de nuevo en
mis manos.
LXXVII ÍDOLO
A ti,
ídolo solamente mío,
voz fabricada de confitura
[…]
LXXXVIII ¿POR QUÉ NO
VIENES Y ME MATAS?
Ven,
aterriza,
planta tus raíces
sobre mi ternura olvidada
LXXXIX DESTINO
Busca la luz en las tinieblas,
una voz de caramelo puro
te llama […]
Meri Pas sueña el Cantar de los Cantares:
Mi amado es para mí un manojito de mirra,
que reposa entre mis pechos.
Racimo de flores de alheña en las viñas de
En-gadi
es para mí mi amado. [..]
es para mí mi amado. [..]
He aquí que tú eres hermoso, amado mío, y
dulce;
nuestro lecho es de flores. [..]
nuestro lecho es de flores. [..]
Mi amado es mío, y yo
suya;
Él apacienta entre lirios. […]
Tus renuevos son paraíso de
granados, con frutos suaves,
de flores de alheña y nardos;
Nardo y azafrán, caña aromática y canela,
con todos los árboles de incienso;
mirra y áloes, con todas las principales especias aromáticas.
Fuente de huertos,
pozo de aguas vivas,
que corren del Líbano.
Levántate, Aquilón, y ven, Austro;
soplad en mi huerto, despréndanse sus aromas.
Venga mi amado a su huerto,
y coma de su dulce fruta.
de flores de alheña y nardos;
Nardo y azafrán, caña aromática y canela,
con todos los árboles de incienso;
mirra y áloes, con todas las principales especias aromáticas.
Fuente de huertos,
pozo de aguas vivas,
que corren del Líbano.
Levántate, Aquilón, y ven, Austro;
soplad en mi huerto, despréndanse sus aromas.
Venga mi amado a su huerto,
y coma de su dulce fruta.
Y así pasamos al otro tema
candente del poemario: el erotismo explícito, valiente, encarnado, audaz, osado,
de dimensiones épicas. Yo sé de la admiración de Meri Pas por Sor Juana Inés de
la Cruz, y pareciera que la gran barroca nos pusiera sobre la pista del arrojo de
la Pas y protegiera su coraje literario. Sirvan de puerta de entrada a los
eróticos desvaríos, en su acepción más sicalíptica, los célebres versos de la
poetisa:
Hombres necios que acusáis
a la mujer, sin razón,
sin ver que sois la ocasión
de lo mismo que culpáis;
si con ansia sin igual
solicitáis su desdén,
¿por qué queréis que obren bien
si las incitáis al mal?
Combatís su resistencia
y luego, con gravedad,
decís que fue liviandad
lo que hizo la diligencia.
solicitáis su desdén,
¿por qué queréis que obren bien
si las incitáis al mal?
Combatís su resistencia
y luego, con gravedad,
decís que fue liviandad
lo que hizo la diligencia.
Bajo el dictado de las palabras de la religiosa, se arroja
nuestra autora al volcán de las llamas carnales trascendidas hasta el espíritu:
IV A VECES ME SENTÍA
TAN OBSERVADA QUE LA ROPA SE ME EMPAPABA TODA
mis endorfinas, mis tejados de concha,
mi falla henchida por tu marea.
XV IMPLORABA AMOR CON
SAL Y JADEOS
gritabas al compás de mi espuma
complaciéndote en mi premura para llegar al
clímax.
Cuando creía que estaba inerte y hueca
y los rayos gamma resbalaban sobre mí,
descubro estupefacta
un cortejo de sudor en la ingle
Inevitable se nos hace relacionar a Meri Pas con sus
poetisas favoritas, como Ana Istarú:
Un nido,
una copa de vino
culminando mis muslos
para calmar tu ayuno,
país de regocijo.
Pero también de nuevo se
hace Biblia, créanlo, Cantar de los Cantares:
Mi amado metió su mano por la ventanilla,
y mi corazón se conmovió dentro de mí.
Yo me levanté para abrir a mi amado,
y mis manos gotearon mirra,
y mis dedos mirra, que corría
sobre la manecilla del cerrojo.
XX TULIPÁN ENCENDIDO
Se me asoman las flores en el vientre
liberando ganas y néctar de frutas.
Tulipán encendido.
Se expanden endorfinas en el aire,
eclosionan, atormentadamente
mueren,
en el camino se desangran,
tan sedientas están.
XCV AMANTE ANALFABETO
porque nunca mi vagina
se sintió tan llena,
me rebosaba
su excesivo tallo
por los bordes,
era una estrangulación venérea
ilimitada, interminable,
infinita.
Uno, dos, tres, cuatro,
así, hasta la madrugada
y vuelta a empezar.
![]() |
Armando Barrios |
El Amor muestra varias caras y facetas en la poesía de Meri Pas. No
importa:
Omnia uincit Amor: et nos cedamus Amori.
Omnia uincit Amor: et nos cedamus Amori.
Como afirma Virgilio
en sus Bucólicas. Y vistas las 3 vertientes de la
misma temática erótica herida, dolorosa, pues no admite en ningún caso una
realización plena y feliz, sino atormentada, llámense pues eróticos desvaríos.
![]() |
Jacob Collins |
Más allá, es cierto, que aún
encontramos poemas sorprendentes: los del compromiso social, como “Amo el
estruendo de mi calle loca”, los dedicados a las personas queridas, “Casi
noventa” o “Los cuatro elementos”. Y con ellos sigue desvariando la escritora
pues Eros adopta muchas formas y no solo la del amor sentimental: todos fluimos
en el mismo mundo y somos objeto de las mismas alegrías y de tamaños
sufrimientos. Una mirada de conmiseración y empatía cabe dentro del lírico
rompecabezas.
Y más allá, todavía más allá, se
vislumbra el mundo tangible como la máscara de otro verdadero, más profundo,
más real en nuestra vibración espiritual. Difícil es adentrarse en un concepto
tan filosófico y complejo a no ser que se utilicen las metáforas. ¿Habrá comenzado la escritora un sutil
ascenso desde el purgatorio? ¿Estaremos en una etapa final, en la comprensión
verdadera de los eróticos desvaríos? ¿Estaremos contemplando a Eros en su
mística dimensión? Recordemos a
Psique desmayada, exhausta y rescatada finalmente por su amante, Eros, asciende
al Olimpo.
Así bellísima es
ORUGA (X)
Ayer, mientras contemplaba
a una oruga muy cercana,
comprendí la vida.
Al menos la vida que yo anhelo,
corta, intensa, verde.
Ahora nos sentimos vencidos por el homenaje que le ha dedicado Meri
Pas a Neruda, recordemos la voz del poeta:
Desnuda eres tan simple
como una de tus manos,
lisa, terrestre, mínima, redonda, transparente, […]
lisa, terrestre, mínima, redonda, transparente, […]
XVIII TRANSFORMACIÓN
Creo que ya sé por qué
estoy en el mundo,
para fundirme con la hierba.
XXII LA MANCHA
El codo tenía una mancha.
Creo que en mi anterior vida,
me quemé los labios en ella.
LIV OTRA
DIMENSIÓN
Intento recordar algún momento,
tengo la maleta llena de poemas
versos de amor terribles.
Y difusamente aparece una taza de loza.
Compartíamos creo, los desayunos
hace miles de años.
En la otra vida, en otra dimensión.
Semejante profusión de
sensaciones, emociones, recuerdos y presagios, sin duda debe aparece salpicada
de vez en cuando por un condimentado sentido del humor:
VERSOS AL BORDE
Puedo escribir los versos más tristes....
pero no me da la gana querido Neruda.
Voy a escribir versos olvidados
versos arrepentidos
versos fingidos
versos sin estrofa
una locura de ningún poema.
XXX QUÉ MALO ES
ESCRIBIR DE PENAS
Y nos importa un pito, perdóname Girondo
que las mujeres y los hombres
y hasta los niños,
los perros, diría yo,
lloren sin desconsuelo.[…]
Y así con el poema XXX nos queda a los
lectores un sobresalto, un atisbo de la certeza de lo trascendente que no
acertamos a expresar. No se preocupen, va a ser la propia autora la que nos lo
explique:
Qué malo es escribir de penas
Es hora de ir cerrando esta introducción
que sigue dejando muchos comentarios en el aire, será en otro foro, es momento
de darle paso al recital, reclamo la ayuda privilegiada de dos visionarios.
"Lasciate ogne speranza, voi ch'intrate", ah, Dante, deja que los ojos de Beatrice o del amor nos
hagan comprender el auténtico significado de este viaje iniciático. Sea de la
mano de uno de los grandes místicos sufíes, por supuesto Jelaluddin Rumi:
La muerte pone fin a la angustia de la vida.
Y, sin embargo, la vida tiembla ante la muerte...
Así tiembla un corazón ante el amor,
como si sintiera la amenaza de su fin.
Porque allí donde despierta el amor,
muere el Yo, el oscuro déspota.
Y, sin embargo, la vida tiembla ante la muerte...
Así tiembla un corazón ante el amor,
como si sintiera la amenaza de su fin.
Porque allí donde despierta el amor,
muere el Yo, el oscuro déspota.
Gracias, amigos, elijan la faceta del amor en la que vibre
su espíritu pero háganlo como nos invita a hacerlo Meri Pas, con la pasión con
la que ella celebra la vida a través de sus eróticos desvaríos, otra vez Rumi:
Baila, como si nadie te estuviera mirando,
Ama, como si nunca te hubieran herido,
Canta, como si nadie te hubiera oído,
Trabaja, como si no necesitases dinero,
Vive, como si el cielo estuviese en la
tierra.
Carla feliz con su dedicatoria |
Para comprar el libro de poemas Eróticos desvaríos de Meri Pas Blanquer pincha aquí.