Audrey Anastasy
Como masa extrañada
y masculina,
¿no sabías que Galatea
cuando quiere
se convierte en Pigmalión?

Yo tomara el puntero,
desbastara
el gran bloque de tu carne.
Cinceles dentados,
dientes puntiagudos
harían cosquillas por tu piel
de piedra.

Te esculpo,
te horado ,
logró unos labios enormes
palpitantes en tu rostro,
amenazan con absorber
chupar, digerir.
Taladro unos ojos brutales,
descomunales,
¡me observas!

Continúo en las formas
de tu pecho,
pico piedra.
Tus brazos.
Labro,
labro
excavaciones profundas,
observo el percutor,
lo copio.

Eres
Aquiles,
semejante a un dios.
Eres Héctor,
el de más hermosa figura.
Te modelo.
Separo tus piernas,
te esmerilo,
te froto,
te pulo,
te beso
te libo,
te derramo.
Vuelo
por la estancia.
¿Y si yo te lamiera
el cuerpo entero,
la piel coqueta,
el vello descarado,
apetecible?
....