Hugo Urlacher
Buena la lió Cavalcanti
cuando habló de los espíritus
que sutilmente comunican
los cuerpos
y los hieren al entrar o al salir
enloquecidos de amor.
Alex Bazarin
Quizás continúen
viviendo,
más allá de
las comunes historias,
del caduco deseo,
del amor pervertido.
Toman una vida propia,
se escapan de la piel
se van por nuestros ojos
y no vuelven.
Tu espíritu y el mío
se acarician
tu espíritu y el mío
se contemplan
tu espíritu y el mío
por las noches,
juegan a
los astros,
que contemplandesde oscuros telescopios.
Alex Dewars
Casi tangibles, luminosos,
despreocupados del mundo,
sin saber si los ven o
quién los mira.
Tu espíritu y el mío
de viaje
bañándose en el mar
o por el campo.
En Polonia,
en Praga o en Ucrania,
en Londres, en Thailandia...
Alex Dewars
Tu espíritu y el mío
entrelazados.
Nos han dejado solos.
Han volado.
Tu espíritu y el mío
se están mirando.
Tu espíritu y el mío
se han fusionado,
olvidados de nosotros
y, sin embargo,
nos han dejado extrañas
incomprensibles cicatrices
al escapar
por nuestros poros.
Quién sabe si ahora
tu espíritu y el mío se han devorado.